Procrastinar no es lo que piensas
A veces no reconocemos lo que deberíamos estar haciendo. O en realidad no queremos reconocer lo que deberíamos estar haciendo. Y hacemos algo más, otra cosa. Esa es la definición de la procrastinación.
Procrastinar no se trata de estar sin hacer nada, a eso le llamamos adolescencia. Procrastinar se trata de hacer cosas, de ocupar nuestra agenda con tareas sin evaluar su importancia.
En el fondo, una parte nuestra sabe que deberíamos estar haciendo eso importante, y no lo queremos asumir. Si asumimos lo que deberíamos estar haciendo, entonces asumimos la responsabilidad de hacerlo y no queremos esa responsabilidad. Una parte nuestra quiere evitar hacer eso, simplemente porque nos incomoda de alguna manera.
Entonces es una cuestión de honestidad, pero honestidad con nosotros mismos. Si hablamos de honestidad, hablamos de comunicación, y si hablamos de comunicación, hablamos de lenguaje.
De esa forma, el lenguaje interno, el relato que nos decimos a nosotros mismos, determina nuestras acciones y nuestros resultados.
"Sé impecable con tu palabra" así dice el primer acuerdo del libro de Miguel Ángel Ruiz Macías.