Mente hiper productiva
Algo interesante de cómo trabaja nuestra mentes es que tiene dos formas de ser productiva.
Por un lado cuando tenemos una tarea específica, tenemos que lograr un resultado o resolver un problema. Ese es el lado técnico de nuestras tareas. Allí es cuando necesitamos foco, quitar las distracciones o influencias para que nuestra mente no se desvíe y poner el esfuerzo o energía para que haga el trabajo para el que nos preparamos y nuestro equipo está pendiente de que resolvamos. Ejemplos, un contador tiene que crear un reporte financiero; un abogado tiene que crear un escrito para presentar en un juzgado; un programador tiene que detectar donde está el error en el código de software que está generando el fallo. Los 3 saben que necesitan sentarse en la computadora a hacer eso y terminarlo, los 3 necesitan tiempo de foco.
Otro tipo de tarea es el creativo. Allí es cuando tenemos que dejar ir el esfuerzo y dejar entrar las influencias. Es una tarea totalmente opuesta para nuestra mente. Por algo las mejores ideas o soluciones creativas que se nos ocurren suceden en la ducha o cuando nos relajamos y dejamos a nuestra mente sin que tenga que hacer nada. Aquí no sirven los vencimientos, aquí no sirve esforzarnos para mantener el foco. Un contador tiene un problema sin solución de un cliente que sabe que va a estar falto de fondos el próximo mes; un abogado necesita crear una estrategia para el juicio de un nuevo cliente; un programador necesita encontrar una forma de implementar lo que su cliente le pide para el sistema. Los 3 necesitan ideas nuevas, formas diferentes de resolver eso que tienen enfrente, los 3 necesitan tiempo de creatividad.
Mantener a nuestra mente en un alto nivel de productividad puede tener que ver con saber separar los espacios del día para cada tipo de actividad.
Habrá momentos del día para el foco, tareas específicas, vencimientos claros y resultados específicos deseados. Esos son los momentos para limitar las distracciones de las notificaciones del celular o las redes sociales.
Y habrá momentos del día de relajación, sin limitaciones ni esfuerzos para relajarse donde podemos dejarnos influenciar por el exterior.
Las claves son cómo hacemos para aumentar el foco y minimizar las distracciones en los momentos de foco ya que vivimos en un mundo de distracciones; y a la vez cómo hacemos para elegir y filtrar cuidadosamente las influencias que recibimos en los momentos creativos ya que vivimos en un mundo donde hay demasiada información que nos llega. La calidad de los contenidos que reciba nuestra mente va a determinar la calidad de lo que produzca con su creatividad.