Lo que no se lidera

El principal problema que empiezo a creer que tienen muchos líderes es no entender que todo empieza por uno mismo.

No se puede dar lo que uno mismo no tiene;
No se puede liderar a los demás si no se conoce a los demás;
No se puede conocer a los demás sin conocerse a uno mismo primero;
Tampoco se puede liderar a uno mismo sin conocerse a uno mismo;

Todo empieza por el autoconocimiento. Conocer es descubrir algo que ya existe, entenderlo, pero desde la apertura a la pasividad de algo diferente, algo que nos puede gustar o no, algo que ya es más allá de lo que queremos que sea.

Para conocernos empezamos por reconocer nuestra ignorancia, aunque nos esforcemos toda nuestra vida, nunca llegaremos a conocer todos sus misterios. Aceptando eso, empezamos a descubrir cómo somos, el milagro de ser todos diferentes y todos perfectos al mismo tiempo.

Desde el autodescubrimiento podemos aprender a gestionarnos y desde el aprendizaje para gestionarnos, podemos ayudar a otros en el mismo camino.

Entender las reglas que nos gobiernan, nos ayudan a actuar en correlación a ellas. Y desde ahí aprendemos a autoliderarnos.

Solo cuando empezamos a recorrer ese camino, podemos empezar a liderar a otros.

No por nada los más grandes líderes de la historia fueron siempre personas más que disciplinadas.

Liderar es tomar las riendas de nuestra vida desde nuestro consciente. Si no lo hacemos, nos libramos a la suerte de lo que sea. La decisión está en cada uno.