Cómo ser feliz durante el mundial sin morir en el intento
Si nuestro equipo gana un partido importante, nos creemos los mejores del mundo. Lamentablemente, no somos los mejores del mundo. Las personas que llegan a sobresalir, lo hacen con una receta diferente.
Y si el equipo pierde el partido, ahí nos creemos los peores del mundo, perdemos toda motivación, y sentimos que todo está mal.
Si nos sucede esto último con intensidad, es un llamado de atención, un aviso que no tiene que ver con el deporte. Tiene que ver con otra cosa de la que estamos escapando, algún problema de nuestra vida que no queremos enfrentar y preferimos ignorar.
Los deportistas no pueden escapar a su calendario de competencias y nosotros debemos hacer lo mismo. Hay cosas que no nos gustan de nuestra vida, de nuestro trabajo, de nuestra familia, de nuestra salud, de lo que sea. Enfrentarlo y trabajarlo es hacerse responsable de uno mismo, tomar el control de nuestra vida y aceptar que nuestra felicidad depende únicamente de nosotros.
Podemos ser felices más allá de cualquier resultado deportivo.
Sí, podemos.