Cambiar, ¿cómo?
De jóvenes muchos tenemos la ambición de querer cambiar el mundo. Lo que es seguro es que nos sentimos llenos de energía para encarar ese desafío. La experiencia nos va llenando de frustraciones y nos abrimos a nuevas perspectivas.
Las frustraciones surgen cuando queremos cambiar a otros. Nos imponemos y generamos ese reflejo. ¿Si juntamos muchas personas que se quieren imponer, qué se consigue? Mucha frustración.
"Si quieres cambiar el mundo, cámbiate a ti mismo" dijo Mahatma Gandhi.
La respuesta es lo opuesto y así nos damos cuenta de lo difícil que es cambiar. Pero eso abre un nuevo mundo, si aprendemos a cambiar, podremos ayudar a otros a hacerlo, al menos en la medida que quieran.
Al cambiar nosotros nos ponemos en una postura de escucha y aprendizaje más que de imposición, la llave del cambio.
Otra frase, "Las cosas no cambian; cambiamos nosotros" Henry David Thoreau. Cuanto para reflexionar, ¿no?